
Hola.
¿Hay alguien ahí?
Dame una señal si puedes oirme.
¿Estás en casa?
¡Vamos!
Escuché que no te sentías muy bien.
Bueno, yo puedo aliviarte
y ponerte otra vez de pie.
Relájate.
Dame alguna información
-sólo lo elemental-:
¿a ver dónde te duele?
Ya no hay dolor, estás desvaneciéndote...
como el humo de un barco en el horizonte,
las olas te van acercando;
tus labios se mueven pero no puedo oirte.
Cuando era niño pesqué una fiebre:
mis manos parecián globos.
Ahora tengo esa misma sensación.
No lo entederías.
-así no soy yo-.
Estoy cómodamente adormecido.
Ok.
Sólo un pequeño pinchazo;
ya no habrá más... ¡ahhhh!
Tal vez te sientas un poquito mal.
¿Puedes ponerte de pie?
¡Bien! Creo que está funcionando.
Eso te mantendrá en forma para el show.
¡Vamos!, ya es hora de irse.
Ya no hay dolor, estás desvaneciéndote...
como el humo de un barco en el horizonte,
las olas te van acercando;
tus labios se mueven pero no puedo oirte.
Cuando era niño tuve una visión fugaz
con el rabillo del ojo;
me volví, pero ya no había nada.
Ya no sé qué era,
el niño creció, el sueño se desvaneció.
Estoy cómodamente adormecido.