22 enero 2008

Cuentas



Hoy hago cuentas:
sumo, resto un poco, multiplico
y divido momentos;
momentos largos, otros cortitos,
algunos tan fugaces como abrir los ojos
de repente.

En todos esos momentos estás vos,
ahí, frente a mí,
con tu mirada abierta
como ventanas que dejan pasar
ese aire fresco que viene del mar
trayendo lejanos ruidos
de barcos que viajan con especias,
con muebles finos, con componentes
para máquinas poderosas.

Oigo en tus ojos los gritos
de hombres que corren por cubierta
señalando con sus dedos el brinco
de un pez desconocido;
un pez con alas;
un pez que silba al salir del agua,
que se escapa de las redes,
que escribe historias bajo el agua.

Leo en tus ojos historias
de niños que van a la escuela,
que aprenden música,
que se ponen de puntas de pie para cantar.

Veo en tu boca el nacimiento
de una nube que ve pasar pájaros
y aviones;
aviones con gente que va soñando;
gente que no mira al cielo para pensar,
sino que piensa, solamente,
y mira.

Escribo en tu boca mi historia;
te beso y siembro;
prometo, busco y encuentro;
me encuentro a mí, viéndote, oliéndote,
abriéndome, atreviéndome,
ganando tiempo, recuperando historia,
volviendo atrás, yendo hacia adelante
y siendo yo.